jueves, 21 de mayo de 2020

CURIOSIDAD 42: Mosquitos y enfermedades

Dentro de su trompa, tiene 6 agujas: 2 para penetrar la piel, 2 para mantenerla separada, 1 para succionar nuestra sangre y 1 para inyectar una proteína anticoagulante.


Cuando un mosquito toma sangre, inyecta su saliva en el hospedador, pero no la sangre de su víctima anterior. Ésta pasa al sistema digestivo del insecto, donde es digerida y los virus que pueda contener deberian atravesar diversas barreras biológicas del mosquito y sobrevivir a su sistema inmunitario para transmitirse por picaduras posteriores.
La sangre con virus, absorbida por un mosquito, iría directamente a su intestino. Allí debería poder infectar las células intestinales y, posteriormente, pasar a infectar el resto del cuerpo, para terminar en las glándulas salivares de mosquito, que son las que inyectan la saliva que impide que la sangre se coagule mientras nos la chupa.
Este proceso de infección, de darse, podría tomar hasta una semana, y mientras tanto el mosquito habría renovado su alimento de sangre numerosas veces, con lo que es probable que antes de poder entrar en el circuito celular del mosquito, el virus haya sido excretado.
En el caso del VIH y Coronavirus la carga viral es demasiado baja para transmitir la enfermedad.
 


Explicación más técnica:
Cuando un mosquito ingiere sangre infecciosa, el virus debe tener la capacidad de infectar y replicarse con éxito en las células epiteliales del intestino medio del mosquito, que es el primer tejido en el que se producen interacciones entre el virus y las células del mosquito. Los mosquitos en los que el virus no puede establecer la infección se dice que tienen una Barrera de infección de intestino medio (M.I.B), que puede darse por factores genéticos, como la falta de expresión de receptores en la superficie celular, o por determinantes no genéticos, como la densidad y composición del microbioma del mosquito.
En el caso de que el virus consiga establecer la infección en el intestino medio, deberá después atravesar la barrera física de la lámina basal que rodea el epitelio del intestino medio, para poder diseminarse por el resto del mosquito. La lamina basal genera un límite de exclusión de tamaño por debajo del tamaño de los viriones, evitando la entrada del virus. Cuando la replicación del virus se limita al intestino medio y no se produce diseminación a otros tejidos del insecto, se dice que el mosquito tiene una Barrera de escape de intestino medio (M.E.B).
Una vez que el virus sale del intestino, se replica en otros tejidos del mosquito, incluyendo el cuerpo graso, el tejido nervioso y el tejido muscular, hasta que llega a las glándulas salivares, que constituyen la siguiente barrera anatómica crucial para la infección. Tras la infección de la glándula salival, el virus se replica y llega al conducto salival donde puede ser expectorado con la saliva. Sin embargo, no todos los mosquitos pueden expectorar virus, y por lo tanto tienen un tercer obstáculo para el virus, en este caso una Barrera de Transmisión.
El cuarto mecanismo importante para limitar la replicación de virus en el cuerpo del mosquito es tener la capacidad de escapar a la respuesta inmunitaria antiviral del insecto sin que este enferme y muera. Sólo los virus muy especializados son capaces de realizar esta travesía por el mosquito sin sucumbir en ninguna de sus barreras defensivas.

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